Ir al contenido principal

De todo el mundo

Hay cosas buenas y cosas malas de vivir lejos de tu hogar. Yo siempre considero que la balanza se decanta enormemente en el lado positivo. Me gusta hacer listas de multitud de cosas, y mis listas positivas por el hecho de vivir lejos de mi hogar ya han copado algunos de mis artículos. Pero el otro día descubrí una cosa positiva que aún no figuraba en ninguna de mis listas anteriores, con lo cual paso a añadirla escribiendo éstas líneas.
Mi media naranja me envió un chiste divertido a través de WhatsApp, la aplicación estrella de cualquier persona que se tercie a muchos quilómetros de su hogar. Solté una carcajada al ver el chiste y decidí compartirlo con muchos de mis contactos, también por WhatsApp, porqué echar unas risas es gratuito y necesario en muchas ocasiones. Algunos de mis contactos me contestaron con emoticones, o comentando simplemente que era divertido. Pero el protagonista de éstas líneas no era el chiste en si, sino el darme cuenta de que me estaban llegando mensajes de todas partes del mundo.
Los emoticones que colmaron mi pantalla los minutos siguientes a mi envío de sonrisas provenían de una amiga madrileña que reside en Massachusetts; de una amiga rumana que vive en Sudáfrica y a la que conocí en Polonia; de la mejor amiga de mi época estudiantil y a la que espero abrazar este verano; de una amiga argentina que estaba visitando Venecia con su marido; de mi hermana que siempre está dispuesta a compartir un momento agradable conmigo; de una amiga que conocí en Massachusetts y que ha vuelto al pueblo que me vio nacer y crecer; de una compañera de trabajo brasileña a la que me encanta achuchar cuando la veo en la oficina siempre que no haya ningún americano cerca, puesto que pensaría que estamos invadiendo demasiado el espacio personal de otro.
Iba pasando la pantalla de mi teléfono e iba dándome cuenta de que vivir fuera de tu zona de confort es... confortable, y también agradable, excitante, y maravilloso. 
Soy afortunada por tener amigos de todo el mundo, por haberme espabilado en hablar la lengua del país que nos ha acogido, y por querer descubrir, cada día y sin excepción, el regalo de la amistad, dondequiera que esté, con quienquiera que esté, ya sea a pocos pasos de mi, o a miles de quilómetros de mi lado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De como el ratoncito conoció al elfo

"¡Mira, mamá!" me dice mi pequeño orgulloso, mostrándome una pequeña caja de plástico azul en forma de baúl. "¡El diente que se me movía se me ha caído durante la comida en el cole!". Pues veremos lo que te trae esta noche el Ratoncito Pérez. En casa, aunque en Massachusetts, intentamos mantener las tradiciones con las que hemos crecido mi marido y yo. En el caso de los dientes, a nuestros pequeños no los visita el hada de los dientes americana, la famosa Fairy Tooth . En nuestra casa aparece el Ratoncito Pérez, para traer algún pequeño regalito como intercambio del diente que descansa quietecito debajo de la almohada. Pero hoy mi pequeño me pide que yo misma hable con el Ratoncito Pérez y le pida un regalo inusual. "Mamá, yo quiero que el Ratoncito Pérez me traiga de regalo al Elf on the shelf ". ¿Cómo?¿Y ese quién es? Reconozco que lo he visto multitud de veces en multitud de tiendas por las que paseo para encontrar regalos innecesarios para gen

Positivizando

He decidido publicar un listado de cosas que me gustan de Massachusetts.  Me encantaría saber si alguien comparte alguno de los puntos que ahora mismito menciono, dondequiera que sea el trocito de mundo donde vive. Y se me ha ocurrido lanzar la campaña "POSITIVÍZATE", para que todos contemos aspectos negativos de donde vivimos, pero en plan positivo. Seguro que encontramos muchas situaciones que en principio no son chulas, pero a las que conseguimos darle la vuelta y disfrutarlas. ¡Atrévete! Aquí van las mías: - En países calurosos, poco después de hacer la compra y ponerla en la parte de atrás del coche, debes correr para que los alimentos congelados (entiéndase pizzas, guisantes y helados) no se descongelen. Aquí en Massachusetts, con el frío que tenemos, después de la compra podría ir a dar una vuelta, recoger a los niños, irme al trabajo, pararme en un Starbucks y, al llegar a casa, la comida congelada continuaría estando congelada . Creo que esto es una p

Concepto playa en primavera

Debo reconocer que las playas que conocía hasta la fecha y las playas de Massachusetts son radicalmente diferentes. En todo. Bueno, vamos a comprobarlo: Vamos a por las similitudes: la única similitud que he podido encontrar es en lo básico, es decir que en ambos sitios hay agua salada (supongo) y arena. Nada más. Vamos a por las diferencias: Concepto playa en primavera anterior a Massachusetts: Llegas a la playa, te descalzas y caminas por la playa, tranquilamente, hasta que llega el momento de gritar como una posesa para impedir que tus niños se metan derechitos al agua, que en primavera aún está fría. El sol te pica la cara y unas gafas de sol nunca vienen mal. Después del paseo, encuentras un chiringuito con vistas a la playa y te sientas junto a tu media naranja y padre de tus hijos, mientras disfrutáis de una cervecita muy fría, unas aceitunas y una patatitas. Escuchas el ruido de las olas al chocar contra la playa, sientes a tu marido cerca y observas como est