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Mostrando entradas de junio, 2015

Preguntas para expatriadas

Lai, una mamá expatriada en Chile, autora del blog Así piensa una mamá , ha formulado un listado de preguntas a un conjunto de mamás con el mismo nexo en común, ser expatriadas . Yo soy una de las afortunadas que ha recibido el listado de preguntas y ha decidido contestar, como muchas otras mamás, con la mano en el corazón. Es curioso comprobar que en nuestras respuestas existen muchas similitudes, aunque los sitios donde vivimos distan miles de kilómetros. Ser expatriada y más aún, ser expatriada cuando menos te lo esperas, cuando estás en una época de tu vida en la que quieres estabilidad y disfrutar de los logros conseguidos es difícil al principio, cuando empiezas a pensar en todo lo que debes hacer para dar el salto. Contárselo a la familia, a los amigos, a la empresa donde trabajas. Empezar con los trámites en el país de origen y en el país de acogida. Y sufrir por los niños, esas personitas que nos acompañan allí donde vayamos y por las cuales merece la pena todo lo que

Frío viene, frío va

El frío en invierno es intenso en Massachusetts. Mi amiga chaqueta gruesa que me cubre casi hasta los pensamientos es una compañera imprescindible de diciembre a abril. Y salir de casa sin el gorro es una sinrazón. Pero la primavera acecha, el sol luce cada día más y parece que la nieve que ha cubierto de blanco todo nuestra paisaje se va derritiendo poco a poco para dejar brotar la hierba, alguna florecita y cubrir los árboles de unas hojas de colores surtidos que acaban en un verde profundo.  Vale, pues, ya llegados a este punto, amanece un día y compruebo que caminando por la calle con la chaqueta tengo calor. Pues me la saco. Y compruebo que el sol empieza a calentarme las mejillas, escucho algunos pájaros en el vecindario y observo una mosca que se ha colado en la cocina. Las hormigas también hacen su aparición, para deleite de mis hijos y para mi desesperación, puesto que no puedo asesinarlas cuando me las encuentro merodeando por la casa si mis churumbeles están cerca. Lo

Mi mayoría de edad

Una de las cocinas del mundo que me encanta es la libanesa. Me pirran los hummus, babaganoush y las baklawas. Me encanta encontrar una mezcla de especies sabrosas dentro de mi boca, intento adivinar de qué se trata, pero su sabor me empuja a que me las trague antes de poder saber su fórmula milenaria. Al cabo de casi un año de vivir en Massachusetts, decidimos poner rumbo a la aventura y... salir a comer fuera , con amigos de nuestra edad Y SIN NIÑOS!¡Si!¡Sin niños! Unos vecinos me dieron el teléfono de una adolescente que cuidaba niños (o sea, una babysitter) y sin pensármelo mucho, la llamé y acordamos día y hora. Nuestros amigos acordaron mismo día y hora con su babysitter particular. Y llegó el día. Me acicalé, me puse un vestido apretado, maquillaje y perfume, unas joyas pequeñitas pero resultonas y unos tacones que tenía perdidos dentro del armario. Llegó la babysitter y mis hijos la acorralaron a preguntas sobre qué juego quería jugar con ellos. Ella no se intimidó y co

Examen de aguas profundas

¡Hurraaaaaaaaaaa! ¡Piscina al aire libre en New England! ¡Temperaturas más que cálidas, solecito y un montón de niños entrando y saliendo de la piscina, riendo, saltando! ¡Mis niños y yo estamos super emocionados el primer día! Yo vengo preparada, con mi bolsa de playa, las gafas de agua de los peques (Googles, se llaman googles), toallas, un poco de comida y de agua fresca... es decir, lo que siempre he necesitado para ir a la playa o la piscina desde que soy mamá. Observo a los demás niños de la edad de mis hijos. La mayoría llevan puesta una camiseta de agua, las mamás los embadurnan con protección solar los pocos trazos de piel que les quedan libres, y van entrando y saliendo de la piscina por las escaleras destinadas a este fin. Las mamás no paran de observarlos todo el rato. ¡Qué buenas madres!¡Como protegen a sus hijos! Yo, a lo mío: necesito una sombrilla y un poco de hierba para poder sentarme tranquilamente a leer mi libro, mientras los niños se bañan. Caramba, ni som

Red Sox

Largas colas de coches ponen en evidencia lo que está a punto de empezar en Boston: un partido de beisbol (baseball) de los Red Sox. Con paciencia e intentando aparcar lo más cerca posible sin pagar 50 dólares de parking, finalmente encontramos un trozo de terreno en el que "sólo" debemos abonar 30 dólares. Caminando hacia el Fenway Stadium, seguimos a una marabunta de todas las edades y colores, que con sus camisetas y gorras se dirigen contentos hacia otro partido de los Red Sox , el equipo venerado de la ciudad. Una vez los bolsos revisados, entramos al campo e intentamos encontrar nuestros asientos. Antes, pero, un "mamá tengo hambre" nos obliga a pararnos en un puesto de comida para llevar. Si, hoy es el día, hoy toca comer patatas fritas, un hot dog (atención, va acompañado de algunas verduritas) y una cola (perdón, cubitos de hielo cubiertos de un poco de coca-cola). Y los niños, el papá de las criaturas y yo misma nos ponemos las botas, un segundo desp

Jugando

Esto no ha cambiado. Han pasado casi cuarenta años y este tipo de juego es el mismo. ¡Impresionante! Dícese de dos niños de pie sobre una cama (a ser posible, una cama grande. A ser posible, la cama de papá y mamá). Las luces de la habitación están apagadas , la noche va llegando, se acerca la hora de ir a la cama pero mamá aún no ha dado el último aviso (ni el penúltimo, ni el antepenúltimo). Uno de los niños tiene una linterna pequeñita con la que proyecta luz en la pared. Algunos de sus juguetes preferidos están dispuestos en fila india en la cabecera, preparados para actuar. ¡Y empieza la función! El niño-narrador empieza a contar una historia, enfocando a los juguetes con la linterna, sacándolos (tirándolos) de su sitio original, mientras va explicando lo que les sucede en cada momento. La historia es muy rápida (aquí es donde se nota el cambio generacional, mis niños ven películas donde las imágenes son veloces, donde todo sucede en segundos, mientras que yo miraba emb

Premio Best Blog junio 2015

9 de junio de 2015 Premio "Best Blog" El blog "Churumbeles y más" ha concedido a "Mamá en Massachusetts" el premio al Best Blog . Recojo el testigo con mucha ilusión y super agradecida a una mamá con la que me identifico y a la que me encanta leer.  Las normas a seguir para aceptar el premio Best Blog son:  1. Nombrar el blog que te otorga el premio. "Churumbeles y más" , http://www.churumbelesymas.com Blog de mamá internacional, puesto que ha vivido en diferentes y maravillosas ciudades europeas. Acostumbrada a los cambios, a positivizar las situaciones y a contárnoslo de forma amena. Tiene un montón de sitios y de blogs que recomienda.  2. Visitar el resto de los blogs nominados.   Visitados. Todos con un nexo común: blogs de mamás con ganas de contar lo que nos gusta de ser mamás, lo orgullosas que estamos de nuestros peques y las experiencias que vivimos, cada una en nuestro entorno. 3. Responder a 11 pre

Vive libre, o muere

"Vive libre o muere ". Este es el lema que tienen en New Hampshire. Varias veces mi marido y yo habíamos pensado en un viaje por bosques y prados. Un viaje para caminar, para encontrarte con la naturaleza, para descubrir y jugar en parajes nuevos y desconocidos junto con nuestros hijos. La ocasión ha llegado de la mano de unos grandes amigos, quienes nos han invitado a la casa que sus padres tienen en New Hampshire. ¿Qué puedo decir de New Hampshire? Saliendo de Boston dirección norte, en dos horas por carretera llegas delante de las White Mountains, las Montañas Blancas, en New Hampshire. El trayecto te permite observar un cambio de vegetación espectacular. En Boston los árboles son árboles. En primavera con sus hojas verdes, te saludan cuando pasas a su lado. A medida que te alejas de la ciudad y vas acercándote a New Hampshire, los árboles son árboles... gigantes. Diferentes tipos de árboles, descomunales, aparecen delante de ti majestuosos, formidables, omnipotente

De patos y ardillas

Vivimos cerca de Boston. En la amplia zona periférica llamada Suburbs. Aquí, nuestro entorno son casitas de madera rodeadas de su jardín pequeñito, y unos árboles a lado y lado de las calles, acostumbrados a aguantar la nieve en sus ramas durante el invierno y a lucir sus hojas esplendorosas durante el verano.  Estamos acostumbrados a observar las ardillas que con su agilidad y gracia trepan a esos árboles en un plis plas, con deleite de mis hijos, quienes las observan con la boca abierta.  Mis churumbeles van siempre rápido de aquí para allá, sin prestar mucha atención a las cosas. Pero cuando observan una ardilla en la calle, esto ya es otro cantar. Los niños se paran en seco ¡Plof! Y se activan en modo lento . La vista fija en el animal en cuestión que ha conseguido cautivar su atención. Sus parpadeos son imperceptibles. Las piernas avanzan lentamente hacia el animal. Muy, muy lentamente. Consiguen acercarse hasta casi tocarlo. El animal, normalmente sin miedo, los observa y

El misterio del coche desaparecido

¡Caramba, qué tarde es ya!¡Hora de ir a buscar a mis pequeñajos al cole!¡Anda, está lloviendo! Nada, nada, voy en coche, no quiero mojarme ni que los dos pisen todos los charcos del camino de vuelta a casa. Las llaves,...entro en el garage...¡Dios mío!¿Dónde está el coche?¿Dónde está mi coche? Abro la puerta grande del garage ¿Quizás lo he dejado fuera a la intemperie? No, en el camino no hay ni coche ni nada, sólo las gotas de lluvia impactando contra el pavimento ya muy mojado.  Bueno, tranquilidad ¿Tranquilidad?¡Pero si mi coche no está!¿Cómo puedo estar tranquila si ha desaparecido una cosa tan grande y que además no puede haberse ido por voluntad propia? Me lo han robado. ¡Es que me lo han robado!  Llamo a mi marido: Yo: "El coche no está en el garage." Él: "Anda, pues es verdad, cuando llegué a casa ayer por la noche no estaba, quería preguntártelo pero cuando te vi ya se me había olvidado." Yo: "... (puntos suspensivos indicando claramente