Uno de los deportes favoritos de los americanos son las compras. El shopping, como lo llaman aquí. En cualquier tienda grande o pequeña, pero sobretodo en las grandes superfícies, siempre hay descuentos apetecibles, ofertas irrechazables y objetos difíciles de eludir cuando de comprar se trata.
El consumismo absoluto conlleva, entre otras cosas, que las casas se llenen de cosas totalmente innecesarias. Y las pilas de estos materiales vayan creciendo y creciendo hasta el infinito y más allá.
Para solucionar este problema, había dos soluciones:
- Primera solución:
dejar de comprar objetos y a medida que se iban gastando o rompiendo los existentes, tirarlos a la basura sin necesidad de reemplazo.
- Segunda solución:
Yard Sale (que podría traducirse como venta en el garaje).
Dudo que alguien pensara en la primera solución, puesto que las compras son demasiado magnéticas como para que alguien pueda dejarlas de lado. Así pues, la segunda opción fue la que adoptó la totalidad de americanos que ya no podían entrar en sus casas debido a la enorme cantidad de objetos acumulados.
¿En qué consiste la Yard Sale?
Deben seguirse unos sencillos pasos, que cuento aquí cronológicamente:
- llenar la casa de objetos.
- darse cuenta que la casa está llena de objetos que no tienen ninguna utilidad.
- coger papel y lápiz.
- con el papel y lápiz escribir en letras más o menos grandes YARD SALE, junto con la dirección de tu casa y el día y la hora en que el evento (la susodicha Yard Sale) tendrá lugar.
- poner el cartelito de marras en alguna situación estratégica cerca de tu casa y que sea visible para gran cantidad de transeúntes y conductores.
- el día de la Yard Sale, levantarse temprano y empezar a poner las cosas que ocupan tu espacio vital dentro de la casa, fuera de la casa, en el pequeño espacio que se nombra jardín.
- esperar a que los vecinos, transeúntes, conductores, ciclistas y demás se paren delante de tu jardín y se den una vuelta entre tus objetos por si alguno capta su atención.
- vender los objetos a un precio muy por debajo del precio en que se había comprado.
- quedarse libre de los objetos.
- entrar en la casa y comprobar que necesitas algunos objetos nuevos para llenarla de nuevo.
- empezar de nuevo el bucle.
- hasta el infinito y más allá.
Uno de mis conocidos me comentó que él organiza una Yard Sale cada tres o cuatro meses, puesto que su mujer recoge todo lo que encuentra y al cabo de este tiempo ya es difícil una convivencia sin tropezar con alguno de los objetos de marras.
Aquí en Massachusetts, se está poniendo de moda otra modalidad de Yard Sale. En el área de Boston o contigua (Brookline, Cambridge...), hay mucha gente que viene para una estancia de un año más o menos. Doctores, investigadores, emprendedores,... gente que viene a recibir formación y a disfrutar de lo que puede ofrecerle estar cerca de unas de las universidades más potentes a nivel mundial como son Harvard y el MIT entre otras. Estas personas, que generalmente vienen con sus familias, compran los objetos estrictamente necesarios para pasar un año de sus vidas en Boston. Materiales baratos y de mucha utilidad pero que no pueden llevarse a sus países de origen. Con lo cual, los meses de mayo y junio están repletos de Yard Sales de productos seminuevos y útiles a unos precios muy pero que muy por debajo de su precio original.
Aunque el fin es el mismo, sacarse de casa los objetos que ya no son útiles.
Yo no sé por qué aquí no se estila tanto, si también acumulamos y acumulamos... Aunque cada vez se ven más los mercadillos de segunda mano, normalmente suele hacer muchas cosas de hace 20 años que prácticamente ni sirven...
ResponderEliminarBesos
Pero en América las compras son compulsivas, se compra mucho muchísimo, con lo cual sobra lo que se compró hace un año, ya no se cabe en las casas...
EliminarBuenos métodos!!
ResponderEliminarLo de las compras es muy compulsivo, con lo cual, hecha la compra, hecha la venta;)
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