Ir al contenido principal

Jet lag

¿Por qué no tenemos sueño cuando son las tantas de la madrugada?

Desfase horario: 6 horas de nada. O eso dicen. En el hotel, nos metemos en la cama después de un día con los pies en el cielo. Y nos dormimos. Pero al despertar... caramba, aún es de noche. Bueno, pues cambio de posición e intento dormirme otra vez. 
"Mamá, no tengo sueño"
"Es muy temprano, intenta dormirte"
"Mamá, no puedo dormir"
"Pues... (la verdad es que yo tampoco) ve a hacer pis e inténtalo otra vez."
Al cabo de tres horas de dar los cuatro vueltas y más vueltas por la cama, y de que los colchones estén hasta las narices de nuestros devaneos, nos levantamos muy muy temprano (¿las seis de la mañana?), para empezar nuestra primera jornada en nuestra nueva ubicación. Frescos como una rosa, como si hubiéramos dormido más de la cuenta, pero con la necesidad de tomar un buen café, estamos dispuestos a comernos el mundo. 
Tenemos tiempo de hacer multitud de gestiones (a quien madruga Dios le ayuda), pero al atardecer, no podemos con nuestras almas... son las ocho de la noche y los cuatro ya estamos durmiendo a pierna suelta... a las tres de la madrugada, vuelta a despertarse. Y seguimos con el ritual de la noche pasada. Y continuamos así al dia siguiente, pero al cuarto día ya nos levantamos un poquito más tarde... y al siguiente más...
Vale, nuestro organismo ya se ha acostumbrado a los nuevos horarios. Caramba, unos días con el sueño cambiado, pero ahora ha llegado por fin la adaptación. ¡Perfecto!


Comentarios

  1. Acabo de descubrir tu blog, me gusta, así que volveré a leer más historias, saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por leerme, gracias por seguirme. Me apetece contar mis pequeñas historias y si a la gente le gusta leerlas, pues mejor que mejor;)
      Un beso!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

De como el ratoncito conoció al elfo

"¡Mira, mamá!" me dice mi pequeño orgulloso, mostrándome una pequeña caja de plástico azul en forma de baúl. "¡El diente que se me movía se me ha caído durante la comida en el cole!". Pues veremos lo que te trae esta noche el Ratoncito Pérez. En casa, aunque en Massachusetts, intentamos mantener las tradiciones con las que hemos crecido mi marido y yo. En el caso de los dientes, a nuestros pequeños no los visita el hada de los dientes americana, la famosa Fairy Tooth . En nuestra casa aparece el Ratoncito Pérez, para traer algún pequeño regalito como intercambio del diente que descansa quietecito debajo de la almohada. Pero hoy mi pequeño me pide que yo misma hable con el Ratoncito Pérez y le pida un regalo inusual. "Mamá, yo quiero que el Ratoncito Pérez me traiga de regalo al Elf on the shelf ". ¿Cómo?¿Y ese quién es? Reconozco que lo he visto multitud de veces en multitud de tiendas por las que paseo para encontrar regalos innecesarios para gen

Positivizando

He decidido publicar un listado de cosas que me gustan de Massachusetts.  Me encantaría saber si alguien comparte alguno de los puntos que ahora mismito menciono, dondequiera que sea el trocito de mundo donde vive. Y se me ha ocurrido lanzar la campaña "POSITIVÍZATE", para que todos contemos aspectos negativos de donde vivimos, pero en plan positivo. Seguro que encontramos muchas situaciones que en principio no son chulas, pero a las que conseguimos darle la vuelta y disfrutarlas. ¡Atrévete! Aquí van las mías: - En países calurosos, poco después de hacer la compra y ponerla en la parte de atrás del coche, debes correr para que los alimentos congelados (entiéndase pizzas, guisantes y helados) no se descongelen. Aquí en Massachusetts, con el frío que tenemos, después de la compra podría ir a dar una vuelta, recoger a los niños, irme al trabajo, pararme en un Starbucks y, al llegar a casa, la comida congelada continuaría estando congelada . Creo que esto es una p

Concepto playa en primavera

Debo reconocer que las playas que conocía hasta la fecha y las playas de Massachusetts son radicalmente diferentes. En todo. Bueno, vamos a comprobarlo: Vamos a por las similitudes: la única similitud que he podido encontrar es en lo básico, es decir que en ambos sitios hay agua salada (supongo) y arena. Nada más. Vamos a por las diferencias: Concepto playa en primavera anterior a Massachusetts: Llegas a la playa, te descalzas y caminas por la playa, tranquilamente, hasta que llega el momento de gritar como una posesa para impedir que tus niños se metan derechitos al agua, que en primavera aún está fría. El sol te pica la cara y unas gafas de sol nunca vienen mal. Después del paseo, encuentras un chiringuito con vistas a la playa y te sientas junto a tu media naranja y padre de tus hijos, mientras disfrutáis de una cervecita muy fría, unas aceitunas y una patatitas. Escuchas el ruido de las olas al chocar contra la playa, sientes a tu marido cerca y observas como est