Conocí a Richi a través de un papel plantado en la puerta principal de nuestra comunidad de vecinos. En dicho papel había la foto de un niño, Richi, y al lado, unas frases pidiendo que se recogieran tapones de plástico para ayudar a Richi en su ayuda particular contra el cáncer.
Les conté a mis niños que debíamos recoger tapones para ayudar a un niño enfermo, y nos pasamos todo el verano guardando tapones de todos tipos y colores. Cuando la bolsa estaba llena, los llevábamos a casa de la vecina que los recogía.
Aquí acabó nuestra pequeñísima contribución en la lucha que Richi mantiene contra el cáncer.
Me enteré por la vecina que recogía los tapones que Richi y su familia viven hoy en día en Boston, y me puse en contacto con ellos.
Conocí al padre de Richi y me contó su historia. Su lucha por salvar la vida de su hijo los condujo hasta Boston, donde se encuentran los mejores hospitales para tratar el tumor cerebral que les cambió radicalmente su vida. Después de 18 operaciones, mucha radioterapia y quimio, han decidido establecerse aquí, puesto que es el lugar del mundo donde les aseguran el mejor cuidado para Richi.
Y me contó el proyecto de la Richi foundation. Me contó que desde que descubrieron la enfermedad, no paran de agradecer a la gente lo mucho que han hecho por ellos. Y ellos quieren devolver la bondad con más bondad. Así surgió la idea de la Richi Foundation. Ha sido creada para ayudar a los niños que, como Richi, padecen cáncer pero que no tienen la suerte de poder ir a vivir a otro país, a otra ciudad, donde existe la atención que necesitan.
Me encantaría que visitarais su web, Richi Childhood Cancer Foundation y comprobarais lo mucho que ya han hecho y lo muchísimo que queda por hacer. El proyecto es extraordinario y cuenta con la colaboración de mucha gente que aporta su grano de arena para conseguir que cada día, más gente tome conciencia de lo que es un tumor cerebral infantil y de los escasos recursos que existen en todo el mundo para tratarlo. La Richi Foundation nace con unas ganas infinitas de conseguir laboratorios especializados en la lucha contra el cáncer infantil, hospitales superdedicados a la misma lucha y la formación del personal adecuado para que pueda, con el conocimiento adquirido, curar a cuantos más niños sea humanamente posible.
¡Venga pues, adelante!
¡Venga pues, adelante!
Hola!
ResponderEliminarEn mi trabajo de antes tb recogiamos tapones para ayudar en diferentes causas. Como duele ver el sufrimiento de personas y si son niños, ya es que el dolor es infinito. Los niños no deberian pasar por experiencias tan duras, y sin embargo son tantos los que sufren.....
Que bonito gesto el tuyo y que buena idea lo de la fundacion, voy a ver como puedo ayudar.
Un beso
Hola! Pues si, cuando conoces las historias de cerca no te queda otra que querer colaborar en ayudar lo máximo posible, veremos como les va...
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