¿Los mejores gestionando espectáculo?
Tuvimos la oportunidad de ir a un partido de los Patriots de Boston, el equipo de fútbol americano. Debo decir que a mi el deporte no me gusta, ni practicarlo ni mucho menos verlo. Y contra todo pronóstico, debo decir que fue ¡una experiencia espectacular!
Aparcas el coche en uno de las múltiples zonas habilitadas para parking cerca (o no tan cerca) del campo unas tres horas antes del partido. Observas multitud de gente (grupos de amigos, familias) que han parado como una tiendecita de lona cerca de su coche y están allí, de pie, abrigados hasta la médula y conversando animadamente con una cerveza en una mano y un trozo de carne acabada de cocinar en la otra. El olor de la carne va siguiéndote hasta el campo. Una vez allí, unos guardias divertidos preguntan a nuestros niños cual es su jugador favorito. Nuestros niños no tienen ni idea y su padre y yo conseguimos decir: "Seguro que es Tom Brady, verdad, hijo?" Tom Brady, el héroe bostoniano, el nombre que llevan impreso en multitud de camisetas mucha de la gente que pasa cerca de nosotros. Tenemos tiempo de comer algo no muy sano en una de las múltiples paradas de comida que hay alrededor de todo el campo. La gente está sonriente, algunos gritan, algunos cantan, todo el mundo parece animado. Llegamos a nuestros asientos. Todo el mundo está en pie. Supongo que al empezar el partido, la gente se sentará. Craso error. ¡La gente no se sienta en todo el partido! Después de muchas canciones, después de escuchar el himno americano en el que todo el mundo se quita el gorro cuando suena, empieza el partido. Los gorros de lana otra vez enfundados, y a animar a los Patriots: "Go, Pats!" En el campo, veo que la pelota y los jugadores avanzan unos metros, luego los jugadores se cambian por otros, luego viene el Touchdown. ¡Euforia! Gritos de alegría mezclados con canciones, con bailes, con risas. Los hombres alrededor nuestro chocan sus palmas con las de nuestros hijos, que contemplan divertidos el espectáculo y se atreven a bailar unas músicas conocidas por todo el mundo, sea americano o no. Canciones con buena sonoridad y fuegos artificiales colman el espectáculo de luz y sonido preparado para esta noche. Ni la lluvia consigue deslucir un espectáculo grandioso. Estamos en Boston, la gente está acostumbrada a las inclemencias del tiempo. Todo el mundo está preparado para cualquier eventualidad climatológica. La mayoría vamos con botas, pantalones de esquí y chaqueta antilluvia. Los gorros de los Patriots ponen el punto divertido a una vestimenta preparada para lucir los colores y las letras de los Patriots. Parece que con la vestimenta y los gestos, la gente diga: "Somos de Boston, somos de este equipo que está ganando todos los partidos, estamos orgullosos de vosotros, Patriots!"
Al cabo de tres horas, acaba el partido. No se ha hecho largo, hemos cantado, bailado y disfrutado hasta la saciedad. Llegamos al coche y nos preparamos para regresar a casa. Con una sonrisa en los labios y los niños durmiendo en el asiento de atrás.
¡Fantástico!
M'encanta que expliquis això! A la tele sempre es veu molt ambient i molts crits!
ResponderEliminarI amb aquest fred i tant bé com s'està a casa....
Espectacular!!!!!!
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