El cole de los niños es nuestra fuente
de socialización principal. Gracias a las fiestas de cumpleaños y a las Playdates (una hora de
juegos en casa de un u otro compañero de clase), hemos conocido a papás y mamás
a cada cual más interesante y divertido.
En una de las mencionadas fiestas de
aniversario, conocimos a una pareja con la cual estamos congeniando y que son
super simpáticos. Y el otro día, sin más, recibí un mensaje telefónico de ella
en el que nos invitaba a celebrar el Passover en su casa. ¿Y qué es el
Passover? pues es la celebración judía que conmemora la liberación de los
judíos de Egipto. Enseguida aceptamos la invitación, puesto que siempre nos
gusta conocer nuevas tradiciones, y si es con gente que además nos cae muy
bien, pues perfecto.
Así que llamamos a la puerta de su casa
a las tres y media de la tarde para cenar. Si, si, para cenar, no para el
almuerzo. Aquí, esto de cenar se hace temprano, hacia las cinco o las seis de
la tarde, con lo cual luego te queda tiempo para... para todo (incluso para
volver a cenar). La casa olía a las mil maravillas, y la anfitriona iba
poniendo y sacando comida del horno a cada cual más deliciosa.
Al final nos sentamos todos en la mesa.
En el centro, había un plato con piezas de comida, cada una de las
cuales tenía un significado dentro de la historia de la huida de Egipto:
perejil, lechuga, pollo, ... El anfitrión puso una música típica hebrea
mientras su mujer cogió un cuento sobre el Passover y empezó a contárnoslo. ¿Y
de qué va la historia?¿Recordáis la película "Los Diez Mandamientos",
con Charlton Heston? Si tienes unos cuarenta años o más es imposible no
acordarte, puesto que, al menos en España, por Pascua, cada año tocaba ver ésta
película o la de "Ben-Hur", también del musculoso Mr. Heston.
La versión nueva de "Los Diez Mandamientos" se llama "Exodus"
con Christian Bale en el papel de Moisés. Pues a lo que iba, la anfitriona nos
contó la historia de Moisés y cómo consiguió liberar a los judíos de Egipto,
mediante las diez terribles plagas que Dios infligió a los egipcios. Como
cuenta cuentos, la mujer era extraordinaria y consiguió captar la atención de
sus hijos y de los míos, que miraban el libro con interés.
Historia acabada, música apagada y ¡a
comer! Mis hijos quedaron encantados con el Matza, una especie de pan
sin harina ni levadura, típico de esta fiesta, que recuerda como durante la
salida de Egipto, los judíos no tuvieron tiempo a que su pan creciera.
Además de las dos famílias, la de los
anfitriones y la nuestra, había también un invitado especial: Elijah (el
profeta Elías). Se trata de un invitado invisible, pero al que se le deja un
vaso de vino en la mesa, por si quiere degustarlo en nuestra compañía, aunque
nosotros no podamos verlo.
Otra parte de la tradición consiste en
esconder un trozo de matza y que los peques de la casa lo encuentren. Cuando lo
hacen, reciben una golosina como premio. Y también tocamos ésta parte de la
fiesta, los churumbeles encantados de deambular por toda la casa en busca del
tesoro.
Los niños comieron matza hasta la
saciedad (la otra comida era elaborada y deliciosa, mientras que el matza era
básicamente comprado en el super tal cual) y se fueron a jugar al sótano. Los
padres nos quedamos sentados, acabando de degustar nuestra comida y bebiéndonos
nuestro vino y el de Elijah, por si las moscas él no acudía a nuestra fiesta.
Cuando los niños subían, los anfitriones les comentaban que Elijah había venido
y se había bebido gran parte de su vino. Los niños no se sorprendieron en
ningún momento. Y es que, en un mundo en el que existen los Reyes Magos, el
Ratoncito Pérez, el Hada de los Dientes y Santa Klaus, ¿qué tiene de
extraordinario un chaval invisible cuya única particularidad es beber vino? Los
niños acabaron con el helado de postres y con el matza que aún quedaba y
volvieron a jugar. Al cabo de un buen rato, la celebración acabó y nos
despedimos para regresar a casa, contentos de haber sido partícipes de una
tradición milenaria con unos nuevos amigos entrañables.
¡Qué entrañable! Las experiencias que están viviendo vuestros hijos y, por supuesto, vosotros, es impagable. ¡Aprovecharlas!
ResponderEliminarsi, esto es lo que más me gusta de nuestra expatriación, las experiencias interculturales que se dan;)
ResponderEliminarHola Roser!
ResponderEliminarMe ha encantado conocer la historia y tu forma de contarla. Gracias por descubrirme tu blog.
Un beso desde Deutschland*
Hola! gracias por leerme, nos seguimos en las redes;) saludos desde un país donde parece, parece que empieza la primavera
ResponderEliminarHola Roser !!
ResponderEliminarMe presento: Me llamo Roberto, soy de Madrid y te he conocido gracias al blog de María José (las 10 preguntas). He de decirte que tienes un blog estupendo y aunque no lo he terminado de leer aún (no me ha dado tiempo), me encanta.
Estoy en proceso de adopción internacional en Hungría (estoy esperando dos). www.eliniciodeunanuevahistoria.blogspot.com.es
Hola, Roberto. Encantada de conocerte virtualmente;) Mucha suerte en el proceso de adopción! Dos a la vez, caramba, muy bien! Conozco a María José también virtualmente y es una persona fantástica.
ResponderEliminarMuchas gracias por el cumplido!! jaja.
EliminarHe visto que has introducido algunos cambios en el blog, la foto y el logo. Quedan estupendos, sigue así!
Un beso
Te lo mereces, María José;) Y me gusta que te gusten mis cambios
EliminarQue bonita historia...Me encanta la inocencia de los peques, para ellos todo es posible :) Es genial conocer gente con la que compartir cositas tan interesantes y mágicas!
ResponderEliminarSi, fue divertido e interesante, comprobar cómo se celebran determinadas fechas
ResponderEliminarEs una suerte poder vivir momentos como estos, donde las costumbres de otras culturas son herramientas para convivencia, las relaciones, las risas y una copa de vino. Es algo que no tiene precio, mágico. Un saludo.
ResponderEliminarSi, fue una experiencia muy chula. Vivir otras culturas "por dentro" es enriquecedor en todos los sentidos. La anfitriona me pasó la receta del pollo que comimos y debo decir que no he conseguido el mismo sabor ni de lejos;(
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