Boston es ciudad de rascacielos en el centro y de casitas con jardín a su alrededor. Casitas como las que todos hemos visto en las películas americanas. Casitas de madera, con césped en la parte de delante y un poquito más de césped en la parte de atrás. Casas de este tipo ocupan, una al lado de la otra, quilómetros y quilómetros de espacio horizontal. Los pueblos alrededor de Boston se solapan. Una casa es de Brookline, por ejemplo, y la de al lado de Brighton, una es de Cambridge y su vecina de Somerville. Las calles y carreteras conectan todo para que las hormiguitas trabajadoras que disponen de casa y jardín entren cada mañana en su coche y se dirijan al centro de Boston, o al pueblo situado a una hora de distancia de su casa, o incluso a dos horas. Todo para llegar a su puesto de trabajo, que es lo que permite a las trabajadoras hormiguitas mantener su jardín con barbacoa incluida. Y al acabar la jornada laboral, todos de vuelta a la casa de sus amores.
Dicho esto, lo que quiero comentar es la poca imaginación americana a la hora de nombrar sus calles. Pongamos por ejemplo mi caso particular. Yo vivo en uno de estos suburbios y trabajo cerca de Boston, con lo cual, como buena hormiguita, me dirijo cada día al trabajo conduciendo mi precioso coche de color rojo. Al salir de mi calle, giro a la izquierda y ya estoy situada en Washington street. Continuo por Washington street tres millas y giro a la derecha en.....¡tachin tachan! ¡Washington street!!!!! Pues si, la diferencia es que mi primera calle de Washington street está en el pueblo donde vivo, y la segunda Washington street está ¡en el pueblo de al lado! Además, con la alevosía de que he cambiado de pueblo sin apenas darme cuenta, puesto que no hay mucha separación física entre casas y casas que desfilan unas al lado de otras.
¿Quienes son los que ponen nombre a las calles? ¿Los arquitectos municipales?¿Los alcaldes? Vale, acepto que Washington street puede ser un nombre de calle chulo en un pueblo, por eso de ponerle el nombre de la capital más famosa del mundo, y que además es la capital de tu país, pero ¿el del pueblo de al lado tenía que ponerle el mismo nombre...a la calle contigua?
Recuerdo que vinieron a visitarnos unos amigos. Decidimos que sería bueno visitar el centro de Boston. Pusimos la dirección que consideramos correcta en el GPS y... acabamos en el centro de Brighton! Pues si, por eso de duplicar el nombre de las calles.
Además, los nombres de las calles no son ni bonitos:
- calle Este (East st)
- calle Norte (North st)
- calle Oeste (West st)
- calle Sur (South st)
- calle Washington (Washington st)
- calle Principal (Main st)
- calle Central (Central st)
¡Arrrrgggghhhh!!!!
Yo les pondría nombres de flores, de árboles, de nubes, de animales (calle rosa, calle margarita, calle peonia, calle arce, calle nogal, calle pino, calle nimbo, calle cúmulo, calle girafa, calle elefante...). Y por supuesto, me pondría de acuerdo con el alcalde del pueblo vecino para que no nos solapáramos los nombres, para que al circular por la calle elefante, no se gire a la izquierda a la calle elefante.
Debo admitir, pero, que algunos (pocos) nombres de calles han captado mi atención. Sirva la foto como ejemplo. ¡Ojalá hubiera más de este tipo!
Esa calle es muy chula!!. Eso que cuentas a mí también me sorprendió en Florida, lo cual me dificultaba acotar una dirección, además viniendo de otros países donde las calles están más que acotadas exactamente a una "manzana".
ResponderEliminarUn abrazo!
Si, los nombres son aburridos a más no poder! Por eso, cuando alguno es divertido, no puedo evitar sonreir
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