Uno de los pilares americanos que fortalece la economía del país son las compras. Las campañas publicitarias son tan dulcemente agresivas, que te obligan a comprar sus productos, aunque no los necesites. De hecho, me atrevería a decir que más de un noventa por ciento de lo que compramos, ya sea vía internet o presencialmente, no lo necesitamos en absoluto. Aunque estemos totalmente convencidos de lo contrario.
Recibo emails diarios de ofertas que no puedo desperdiciar. Y con un tiempo limitado. No, no puedo pensar mucho tiempo en si esta oferta me satisface o no, tengo que hacerlo ya, puesto que el descuento acaba en unas horas. ¡Venga, a comprar para ahorrar!
Emails de productos de final de temporada, o de ofertas de principio de temporada, o del día de la madre, Thanksgiving, Navidad, o el día del padre. ¡Cualquier ocasión es buena para aprovechar las ofertas que no tienen desperdicio!
Tengo una amiga que el día después de Halloween compra los disfraces para sus hijos del siguiente año, así ahorra una cantidad más que considerable.
Compras,
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Casas repletas de cosas necesarias y bonitas, más bonitas que necesarias. Y al cabo de poco...¡Se necesita una Yard sale en toda regla!
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