Ir al contenido principal

Apoltronados

¿Cual es el mejor espacio para ver una película?
Hay quien puede pensar que es un cine de los de barrio, con sus sillas viejas pero entrañables, con los ruidos de las abuelitas detrás que no quieren entender el argumento, y con ese olor a humedad y polvo que enturbia la pantalla y que gusta por lo vintage que puede quedar.
Otros pueden pensar que es el sillón o el sofá de su casa, medio tumbados medio sentados, al lado de sus seres queridos disfrutando de la pantalla plana de nueva generación.
Pero yo sé la verdad. De la buena. La absoluta. El mejor lugar para ver una película son los cines (Theaters) en los que puedes cenar mirando embelesado la pantalla.
Atención, no debe perderse ni un detalle:
- al entrar enseñas tu móbil al chico de la puerta que te escaneará el código de barras indicando que has comprado la entrada por internet;
- luego te diriges al mostrador para pedir un poquitín de comida:
1. Bebida refrescante talla enorme
2. Pizza, hot dog o variedad de comida hipercalórica
3. Palomitas talla extragalácticas
4. Dulces de todo tipo por si no estás saciado con el punto 1, 2 y 3
- Cargado con tus manjares de fin de semana, te diriges a la sala donde se visualiza tu película deseada.
- Y llegas al éxtasis: no hay sillas, ni sillas grandes, ni sillones normalitos, ni acolchados. Hay unos sillones enormes, de piel ¡Y RECLINABLES! El espacio individual es admirablemente enorme, puesto que tienes unos reposabrazos fabricados para poner la gran cantidad de comida que has comprado sin que ésta se caiga. Y el espacio está pensado para personas talla XXL, como todo lo que fabrica en Estados Unidos, con lo que puedes sentarte tu y uno de tus amigos en el mismo asiento, aunque no lo haces.
Al sentarte, empiezas a jugar con el mando que regula la posición de tus pies y de tu cabeza, con lo que después de comer y beber a destajo puedes disfrutar de la película casi totalmente en posición horizontal (la primera vez tuve que pedir ayuda a unos muchachitos sentados a mi izquierda, puesto que esto de la técnica es demasiado para mi).
- Y empieza la película. Ay, no, los anuncios interminables, de todos tipos y colores.
- Y empieza la película. Ay, no, los tráilers, para que, al terminar cada uno, puedas escuchar a tus hijos gritar: "Mamá, ésta quiero verla también!"
- Y empieza la película. Pues si. Ahora empieza.
- Robas unas cuantas palomitas de tus hijos, que a regañadientes te las entregan, pones el sillón en una posición "bastante" horizontal y te dispones a disfrutar de una película. Si, aquí me habéis pillado. Seguramente será una película infantil. Pero es que con las películas de Pixar es difícil que seas maduro pero aún así que no disfrutes.
- Ries, lloras, observas a tus pequeñuelos...
- Disfrutas.
Un buen plan.



Comentarios

  1. Y tanto que parece un buen plan! Estoy visualizándolo y se me cae la babilla del gusto! jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Además es un buen plan, sea una peli buena (puesto que disfrutas viéndola), o mala (puesto que echas una cabezadita mientras los churumbeles disfrutan;).
      Besotes!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

De como el ratoncito conoció al elfo

"¡Mira, mamá!" me dice mi pequeño orgulloso, mostrándome una pequeña caja de plástico azul en forma de baúl. "¡El diente que se me movía se me ha caído durante la comida en el cole!". Pues veremos lo que te trae esta noche el Ratoncito Pérez. En casa, aunque en Massachusetts, intentamos mantener las tradiciones con las que hemos crecido mi marido y yo. En el caso de los dientes, a nuestros pequeños no los visita el hada de los dientes americana, la famosa Fairy Tooth . En nuestra casa aparece el Ratoncito Pérez, para traer algún pequeño regalito como intercambio del diente que descansa quietecito debajo de la almohada. Pero hoy mi pequeño me pide que yo misma hable con el Ratoncito Pérez y le pida un regalo inusual. "Mamá, yo quiero que el Ratoncito Pérez me traiga de regalo al Elf on the shelf ". ¿Cómo?¿Y ese quién es? Reconozco que lo he visto multitud de veces en multitud de tiendas por las que paseo para encontrar regalos innecesarios para gen...

La Biblioteca y mis razones

Biblioteca. Por definición, sitio repleto de libros. Escoges algunos que te gusten, te los dejan, los lees (o no) y debes devolverlos. Aquí en Massachusetts hay muchas bibliotecas y todas están muy bien. Acostumbran a ocupar un edificio amplio y antiguo. Las paredes interiores de este edificio, pues, tienden a estar llenísimas de estantes con libros de todas las medidas y colores. Además, estanterías también ocupadas por libros se encuentran en el centro, izquierda y derecha de susodicho espacio. La Newton Free library se ha convertido en un lugar que visitamos los niños y yo semanalmente. ¿Por qué? por variadas razones: Razón poderosa : tienen libros para todos los gustos y todas las edades. Si no tienen el libro que deseas, te lo piden y te avisan via email cuando puedes pasar a recogerlo. Razón golosa : tienen DVD's de películas para todos los gustos y todas las edades. Si no tienen el deseado, también puede hacerse lo indicado en la razón poderosa. Razón climát...

El camino de baldosas rojas

Como si de una Dorothy con zapatos de charol rojos cualquiera se tratase, los turistas de Boston no pueden dejar de visitar los lugares más emblemáticos de la ciudad siguiendo las baldosas rojas que empiezan en el Boston Common. Si en un principio se trataba de descifrar la ruta que Paul Revere siguió de noche, para alertar a los colonos que los británicos llegaban en tropel para atacarles, lo cierto es que estos adoquines te llevan a lugares históricos y emblemáticos de la ciudad. Entre otros lugares, podemos admirar el edificio del gobierno de Massachusetts; el cementerio donde está enterrado algún presidente de los Estados Unidos y algunos de sus familiares; la primera capilla anglicana; la escuela más antigua de América, la Boston Latin School; la casa de reunión del tea Party, dónde empezaron los discursos para conseguir la independencia americana; el sitio de la masacre de Boston; Faneuil Hall, reconvertida en un espléndido lugar para comer, pasear, y escuchar música en directo;...