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Black Friday es locos por las compras

Y después del Thanksgiving, nos levantamos con la barriga aún llena y nos disponemos a irnos de compras para aprovechar las suculentas ofertas que nos ofrece el Black Friday (viernes negro).

En Estados Unidos es muy fácil comprar. Recibes multitud de ofertas via correo electrónico, correo ordinario, via anuncios en la televisión o en pancartas situadas estratégicamente al lado de las carreteras. 
Te bombardean con ofertas del 20, 30 e incluso 50% de descuento, si compras ese producto imprescindible (aunque tu no sepas ni qué es ni para qué sirve) mañana o pasado mañana. Es AHORA cuando está en oferta, aprovecha, porqué el mes próximo ya estará al precio normal.
Y claro, tu no quieres ser el tonto del universo que se queda sin ese aparato extraordinario (aunque continues sin saber ni qué es ni para qué sirve) a mitad de precio, casi regalado.
¿Que lo recibes en casa y no te convence? No pasa nada, lo devuelves y la tienda te devuelve el dinero, ya sea en metálico o ingresándotelo en tu tarjeta de crédito. Pues venga, así cualquiera, a comprar se ha dicho.
En Massachusetts siempre hay ofertas en las tiendas. Siempre. Con lo cual sales del establecimiento habiendo comprado artículos que no necesitabas pero aún así contento porque has ahorrado un montón de dinero al aprovechar la oferta.

El apogeo de estas compras es lo que se llama Black Friday. Aquí es cuando todos nos volvemos locos por las compras. Las ofertas de ese día no son mucho mejores que otros días, pero los anuncios de todo tipo hacen que pensemos que somos más listos si compramos ese viernes, puesto que aprovechamos unos precios extraordinarios. 
Y venga, nos encontramos todos en las tiendas y cuando vemos un producto en oferta, corremos a por él aunque antes no nos hayamos planteado realmente su necesidad en nuestra casa.
Y así, con la casa llena de cachivaches y la cuenta corriente vacía, los americanos y los americanizados vamos pasando los días, contentos pero con un algo en la cabeza o en el corazón que te indica que quizás, sólo quizás, no deberías comprar tanto.








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